Sobre el valor de la buena conversación
Ya es un lugar común hablar de todo lo que está cambiando en nuestro entorno, desde el clima a la forma de relacionarnos.
Mientras no salimos del asombro por las noticias que recibimos cada día, cuando aparece que cada vez se rompen nuevas fronteras y paradigmas, el mundo va cambiando aceleradamente y sin un rumbo claro. Es un proceso no controlado sino libre y multidimensional.
Creo que estamos viviendo un cambio de era tan importante como lo fue el paso desde la Edad Media al Renacimiento. Si nos paramos en una posición equivalente a los señores feudales, todo se ve caótico, se pierden las certezas históricas, la seguridad, se caen las instituciones, etc.
Si nos paramos en la posición equivalente a los habitantes de las ciudades italianas que lideraron el Renacimiento, la visión es de nuevas oportunidades, mayor posibilidad de participación, muchísima información a la que se accede a un costo mucho menor, lo que trae mucha más transparencia sobre los actos, nuevas instituciones que nacen para sostener la nueva forma de relacionarnos, etc.
En este contexto, vale la pena recordar que la humanidad, en general, siempre ha ido progresando. Esta época no debiera ser la excepción. No debemos caer en el pesimismo pues el mundo nunca antes ha estado mejor, objetivamente. Y la tecnología traerá grandes progresos a la humanidad completa.
Entonces, en este ambiente crispado, de nerviosismo y de muchísima información no confirmada que circula por las redes sociales, qué importante es darse la oportunidad de tener una buena conversación.
Dice el Dr. Maturana que la conversación es la forma más elevada de la comunicación. Esta se manifiesta en su forma más elemental como una “sucesión de monólogos”, en que nadie escucha al otro, solo espera a que termine para emitir el siguiente monólogo. Podemos imaginar el valor de esta forma de comunicación.
El siguiente nivel es el del Diálogo, en que dos personas se comunican para tratar de convencer a la contraparte de una cierta agenda.
La Conversación, como manifestación cúlmine en esta escala, es como una “danza”, es una obra de arte, en que dos o más personas exploran temas sin agendas propias, escuchando con interés genuino a los demás, para enriquecer nuestro mundo con nuevas perspectivas, en que caben la diversidad, la inclusión, el respeto, la tolerancia, etc.
Entonces, en el contexto que estamos viviendo, cuando todo cambia, cuando necesitamos entender tantas visiones nuevas para poder desarrollarnos en la sociedad que está naciendo, darse el tiempo y buscar las oportunidades para tener buenas conversaciones es de la mayor importancia.
En una buena conversación se puede encontrar la humanidad que todos llevamos dentro y con muchas conversaciones podemos entender los nuevos paradigmas que están naciendo y que darán forma a una nueva era.
Pablo Bosch Ostalé
Socio Director, Las Majadas de Pirque
