Por Marisel Cabrera
“Esta rinconada hay que transformarla en un remanso” me comenta Gonzalo iniciando nuestra conversación sobre historia, vino y Pirque. Desde su perspectiva de historiador y experto en vinos, hoy Pirque y su gente están construyendo su propia historia. Los anecdotarios que finalmente han llevado a ser de este territorio lo que es hoy, para él no son tan relevantes como lo que está pasando en estos momentos en relación a la puesta en valor de una identidad local que se está descubriendo y trabajando a través de las conversaciones y el establecimiento de proyectos comunes.
Para él, en este lugar hay un diferenciador clave precisamente desde la identidad, que es aquello que nos diferencia a nosotros de los otros. Se trata del terroir, conjunto de factores naturales derivados del suelo, agua, topografía, microclima, cepaje, todos ellos dedicados al cultivo del viñedo y bajo la acción de la mano del hombre. “Tú puedes identificar perfectamente cuando un vino es de Pirque o no por las características del terroir. Este es el principal activo patrimonial de Pirque” afirma.
Para él, hay una gran oportunidad en este sentido, que es que este lugar sea pionero en la construcción de un modelo de desarrollo entorno a la cultura del vino, que sea armónico, a escala humana, inclusivo y respetuoso de su identidad.
Y es que es bueno volver a mirarnos y reconocer nuestro origen; “la globalización nos ha vuelto seres desapegados, huérfanos” me comenta y reconoce los esfuerzos recientes de la sociedad por poner en valor el rescate de nuestro patrimonio cultural y nuestras herencias.
La historia de la humanidad está marcada por la vitivinicultura. “El vino es conversación, es enamoramiento, es estética… Las antiguas ánforas daban cuenta en su ornamentación del prestigio del buen vino como muestra del orgullo local. Hace 10.000 años ya se producía vino y se entendía como una fuente de bienestar y salud (…) que hemos pervertido por épocas y que volvemos a valorar desde la cultura asociada”.
La densidad del patrimonio vitivinícola de Chile es impresionante y vale la pena conocerlo y reconocerlo. En su charla “Historias de Vino” –que compartirá en Las Majadas de Pirque durante el próximo Fin de Semana del Vino-, Gonzalo hace un recorrido por ella, mientras se van descubriendo 5 vinos patrimoniales, saboreando anécdotas y enlazando hitos históricos hasta llegar a nuestros días. Política, gastronomía, migraciones, crisis, tradiciones, religión, tecnologías y descubrimientos van urdiendo una historia que todos debiéramos escuchar y compartir. Le pregunto que qué espera que se lleve la gente que vaya a verlo y me responde: “Cariño por el vino, que se encante con la enorme cultura que está detrás”.
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