Las redes sociales no (sólo) tienen que ver con Facebook, Twitter o Instagram.
Por primera vez en la historia de nuestro país, las redes sociales de los ciudadanos fueron medidas. Y se hizo nada menos que en el campo de la nueva Encuesta de Caracterización Socioeconómica – Casen 2015, que finaliza el 31 de enero próximo, y que servirá para contar con diagnósticos actualizados sobre la situación de los grupos prioritarios de la política social del Estado (niños, niñas, adolescentes, jóvenes, personas mayores, pueblos indígenas, personas en situación de discapacidad y de dependencia, inmigrantes, entre otros).
¿Por qué es importante conocer el estado de estas redes sociales? Según la ministra de Desarrollo Social, María Fernanda Villegas, esta es una dimensión que tiene un impacto directo sobre el nivel de pobreza y bienestar de las personas, ya que se relaciona con el entorno en que viven los hogares y las redes de apoyo de que disponen.
Este nuevo foco de la encuesta permitirá determinar la participación de gente diversa en organizaciones sociales para determinar su vínculo con otras personas y sus redes de contacto. Es decir, por primera vez en Chile podremos tener una noción documentada del valor que las redes sociales tienen y de las eventuales inclinaciones que surgen desde esas redes para hacer algo por otros ciudadanos.
En el fondo, es un primer paso para medir el capital social en Chile. Y eso, ¡es un buena noticia! Lo es porque será un primer atisbo a entender qué beneficios específicos se constituyen a partir de la confianza, la reciprocidad, la información y la cooperación que se da en estas redes. Como dice la Universidad de Harvard “el capital social crea valor para las personas que están conectadas”.
Si nuestro desafío como país es “nivelar la cancha”, generando mayores niveles de acceso e igualdad, un paso como el que se da con la Casen 2015 sirve de línea de base para diseñar las medidas necesarias para fortalecer, expandir y nutrir esas redes, haciéndolas de mayor calidad, más eficientes, más habilitadoras.
Podríamos decir que estas son las otras redes sociales. Las que son menos conocidas por todos, pero que operan de forma un poco más concreta en realidad de los ciudadanos y ciudadanas de este país. Aquellas capaces de construir equidad, de generar valor compartido. Esas que “traccionan” y conectan las vidas de las personas. Las que generan capital social.
Ese es el desafío en el que, desde Las Majadas, esperamos contribuir.