La historia de Viña Apaltagua comienza en 1995, con el norteamericano Edward Tutunjian enamorándose de nuestro país y sus vinos.
Decidió invertir, primero, en el Valle de Curicó. Luego, buscando aumentar la superficie plantada y la variedad de las uvas se instaló en el Valle del Maule, dadas sus condiciones climáticas. Pero Tutunjian no se detuvo ahí: buscando las mejores características para el desarrollo de nuevos viñedos, el siguiente paso para la expansión fue el Valle de Apalta.
Finalmente se sumaron los campos en el Valle del Maipo y el Valle de San Antonio, completando así su presencia en los cinco mejores valles vitivinícolas de nuestro país. Hoy, las diferencias geográficas de cada zona nos permiten disfrutar de diferentes variedades, haciendo de Apaltagua una viña que goza de la complejidad de cada una de las Denominaciones de Origen donde están sus plantaciones.
En Pirque, las tierras de Apaltagua están a los pies de la Cordillera de los Andes –en el Valle del Maipo–. Ahí, en la localidad de San Juan de Pirque nos encontramos con la reserva de la antigua Hacienda de San Juan de Pirque y la casa de huéspedes de la viña rodeada de un parque nativo con especies centenarias, hoy Patrimonio Nacional.
Construida en 1875, la casa de huéspedes es una casa de estilo neoclásico que encanta por sus estucos interiores y exteriores pintados a mano por artistas italianos. Con sus casi 150 años, la casona nos invita a viajar en el tiempo revelando la historia de las tradiciones del campo chileno.
En 2011 la viña se aventura en la plantación de Cabernet Sauvignon, que destaca por su calidad en esta zona, para en un futuro invitarnos a disfrutar de un recorrido turístico a través de las viñas y disfrutar del descanso y la desconexión en la casa de huéspedes.
Durante febrero Viña Apaltagua será la viña del mes en el restaurant de Las Majadas de Pirque. Disfruta de nuestra gastronomía y acompaña tus conversaciones con sus vinos aprovechando los descuentos del mes.