Por Sylvia Cruchet
Directora de Extensión, Comunicaciones y RR.PP. INTA – Universidad de Chile
Un par de meses atrás y dentro de las actividades de promoción, recibí la gentil invitación de Las Majadas –localizado en Pirque– la cual acepté casi de inmediato ya que siempre me ha gustado la zona por su belleza natural, y que a pesar de estar tan cerca de Santiago, goza de una tranquilidad envidiable.
Esta Residencia, extraordinariamente original en su diseño en madera y entorno, se muestra como un lugar elegante pero de una sencillez increíble, que ha respetado en sus líneas el recuerdo del pasado de las casas antiguas, con jardines cuidados, muy hermosos y amablemente ecológico.
Fuimos recibidos con un agradable café a media tarde del sábado y una conversación amena con los detalles del lugar. Después de la asignación de las habitaciones, la cual compartí con una muy buena amiga, nos ofrecieron una cata de vinos que fue dirigida por Gonzalo Rojas –historiador de vinos– quien nos mostró y enseñó sobre mostos, cosechas y otros, para finalizar la tarde con una cena exquisita y una atención casi personalizada por el personal de la Residencia y las organizadoras del evento.
A la mañana siguiente, y después de un desayuno a la chilena al estilo campestre donde no faltó por supuesto el pan amasado, las mermeladas caseras y gran cantidad de fruta natural de la zona, nos despedimos con la sensación de haber estado en un hotel diferente, el cual no se puede dejar de visitar y al cual volvería gustosa.